lunes, 2 de enero de 2012

Escucho un tango y un rock y presiento que soy yo y quisiera ver al mundo de fiesta. Veo tantas chicas castradas y tantos tontos que al fin yo no se si vivir tanto les cuesta. Yo quiero ver muchos más delirantes por ahí bailando en una calle cualquiera en Buenos Aires se ve que ya no hay tiempo de más, la alegría no es sólo brasilera.